Toda vivienda unifamiliar deberá componerse como mínimo de cocina, comedor, un dormitorio de dos camas y un retrete, teniendo en cuenta la relación entre la capacidad de la vivienda y el número de personas que vayan a habitar en ella.
Las habitaciones serán independientes entre sí, de modo que ninguno utilice como paso un dormitorio, ni sirva a su vez de paso al retrete.
Toda pieza habitable tendrá ventilación directa al exterior.
Tiene que haber extracción de campanas de cocina por cubierta.
Debe haber unas dimensiones mínimas para las habitaciones.
Los patios que dan luz y ventilación deben ser siempre abiertos, sin cubrir en ninguna altura, con piso impermeable y desagüe adecuado, con recogida de aguas pluviales, sumideros y sifón aislador.